“Las habilidades comunicacionales pueden ser determinantes en el buen desarrollo de los estudiantes”

Desde hace cinco años Renzo Briceño trabaja en la Universidad Alberto Hurtado a cargo del módulo Habilidades Comunicacionales, en las Experiencias Laborales (Elab), de la Facultad de Filosofía y Humanidades de la Universidad.

El profesor Briceño obtuvo la licenciatura en Artes con mención en Actuación Teatral, y el título de Actor en la Universidad de Chile. Es magíster en Humanidades con mención en Historia del Arte, de la Universidad del Desarrollo (UDD). Fue uno de los fundadores del Teatro El Silencio.

A partir de los 19 años comenzó a hacer clases en distintos ámbitos de la educación. Terminada la enseñanza media, ingresó a estudiar Ingeniería Civil, y gracias a su dominio de las matemáticas trabajó con estudiantes de educación básica en un colegio de la población La Estrella, en la comuna de Pudahuel. Continuó sus estudios superiores, pero esta vez lo hizo en la carrera de Pedagogía, donde estuvo algunos años. Posteriormente, estudió comunicación audiovisual. Paralelamente, seguía conectado con la docencia, haciendo clases, por ejemplo, en el colegio The Grange School.

Después de estas distintas experiencias educacionales, decidió estudiar teatro. Luego de terminar esta carrera, dirigió un magíster en la Universidad del Desarrollo (UDD), en la carrera de Pedagogía Teatral. Contando esta última actividad, se suma un total de 17 años de docencia universitaria, tanto en la Pontificia Universidad Católica (PUC) como en la UDD.

Para conocer más sobre su experiencia en el camino de la docencia y sobre el módulo que dirige, conversamos con el profesor Briceño acerca de la importancia de las habilidades comunicacionales, de cómo influye el estatus corporal en nuestra sociedad y de lo determinante que pueden resultar estas herramientas en el buen desarrollo de los estudiantes cuando el profesor a cargo de un curso las maneja al interior de la sala de clases.

¿En qué consiste el módulo Habilidades Comunicacionales?

“La idea es que los estudiantes de pedagogía, que se encuentran en proceso de enfrentar sus primeras experiencias laborales, desarrollen al máximo la capacidad de expresividad corporal y vocal, aplicado al trabajo de aula. Y, por otro lado, que distingan, reconozcan y practiquen un fenómeno particular que se llama estatus corporal. Este fenómeno, en específico, se produce por la relación de dominio y sumisión que se da entre los mamíferos; y digo mamíferos es porque el marco teórico de este ramo es la etología, y no la psicología, como habitualmente se tienden a vincular estos temas”.

“La etología estudia el comportamiento animal y cómo éste se parece, en algunos aspectos, a los seres humanos. Llevado al aula, pone al profesor en la posición del mamífero alfa. Esto implica adquirir una herramienta más para poder tener el estatus que a él le corresponde por el rol que cumple dentro de una sala de clases, frente a sus alumnos o a lo que, desde la etología, podríamos llamar una ‘manada’. Entonces, en clases vemos aspectos físicos, con trabajo corporal y vocal, para hacer que el estatus del profesor suba o baje. Porque, también, hay profesores y personas que no son capaces de bajarse del pedestal”.

“Es un trabajo más práctico que teórico. Se trabaja físicamente durante dos meses. Esto no solo se refiere a pararse bien, sino a qué velocidad caminas, a qué velocidad hablas, qué lugar de la sala ocupas para dirigirte a los estudiantes. También significa preguntarse: ¿eres capaz de poner una cara de póker para que los alumnos no distingan si estás o no enojado. Y si de repente te da rabia con un alumno, ¿eres capaz de corregirlo sin rabia, aunque la tengas?”

“Igualmente, vemos mucha comunicación no verbal, entendiendo que la voz forma parte de la comunicación no verbal”

¿Cuáles son las herramientas de la actuación que sirven para ser aplicadas en una sala de clases?

“En este módulo trabajo la similitud que existe entre el profesor y el actor. De hecho, lo planteo así: una situación escénica se da cuando una persona se para en un espacio vacío, que vendría a ser, en este caso, la parte de adelante de la sala de clases, y hay uno o más que la observan. Esa ya es una situación escénica. Entonces, ¿por qué yo, que vengo del área del teatro, me creo con propiedad para poder hablar a un profesor que va a parase adelante de un curso? La respuesta es que, por ejemplo, a los actores nos enseñan en profundidad a pararnos ante una situación escénica; y el profesor de aula adquiere este conocimiento, pero con la práctica”.

“Por último, pienso que los profesores también debieran manejar elementos que manejan los actores, ya que sus únicos instrumentos son: los conocimientos sobre las materias, su cuerpo y su voz. Si ellos están de cuerpo presente, su cuerpo dice más que las palabras. Y eso los alumnos lo reconocen de chiquititos”.

¿Por qué es importante que los estudiantes de pedagogía adquieran conocimientos sobre el estatus corporal?

“Los alumnos reconocen que el fenómeno del estatus existe. Querámoslo o no, nos manejamos con estatus, es decir, vivimos en una sociedad que está jerarquizada por estatus económicos, sociales, que a veces, hasta tienen que ver con el apellido; y, por qué no decirlo, existen asimismo jerarquías intelectuales. Pero hay uno que subyace a estos estatus que he nombrado, y es el animal. Un profesor no tiene por qué entrar a un aula considerando ningún tipo de esos estatus, pero no va a poder evitar que existan. Entonces, lo que hacemos en el módulo es hacerlo consciente”.

“Sabemos que en un grupo de gente y de niños hay diversidad. Cada grupo tiene su líder, y a veces hay un líder de la ‘manada-curso’. Por eso, ese conocimiento del estatus corporal va a ser vital para el profesor, porque sabrá manejar mejor su curso. Así como podrá reconocer los estatus altos, también, reconocerá los bajos, en el caso del bulling, por ejemplo. Y aunque no hubiese bulling, igual es una ocasión para saber si es necesario subirle o no el estatus a un alumno, debido a que de alguna manera el estatus está asociado con la autoestima, y al cómo te ven los demás”.

“En ocho clases no alcanzamos las profundidades de las derivaciones de esto, que podrían ser psicológicas; pero al menos las y los profesores que salgan de aquí van a poder reconocer conductas, detectar si hay acoso, manejar mejor al grupo curso y además generar una mejor relación con los superiores, con sus pares y con los apoderados”.

“Nuestro curso termina con representaciones de situaciones conflictivas, que ellos mismo redactan, donde elaboran un guion, teniendo que ser capaces de subir o bajar de estatus según el relato de lo que escribieron”.

“Esta teoría plantea que las personas tienen la capacidad de subir y bajar de estatus, se mueven mejor en los grupos humanos, tienden a ser líderes y los líderes generan movimiento. Dicho de otra manera, si tú te encuentras con dos personas dominantes se van a pelear por quien manda o dirige; pero si tú pones a dos sumisos, la cuestión no parte nunca, ya que no hay iniciativa. El ‘balancín’ o equilibrio, en esto, es vital”.

¿De qué manera influye la existencia de esta herramienta en la formación docente para los futuros profesores?

La gracia de este curso en Elab es que aquí se ha hecho en forma constante, a diferencia de otros lugares, ya que estas herramientas se les están entregando a los estudiantes desde adentro del proceso de integración al mundo laboral y van a poder generar un trato de igualdad frente a los demás en su trabajo profesional. Cuando digo de igualdad, independientemente de que haya un superior, quiero decir que va a haber conductas físicas de trato hacia el otro como un igual. Por lo tanto, si yo hago que los chicos se suban a este ‘balancín’ sumiso-dominante es para que, también, sean capaces de romperlo, porque ese fenómeno existe, aunque yo no quiera. Y romperlo significa, por ejemplo, en un colegio, saludar de igual forma tanto al Director como al junior”.

“Particularmente en Chile eso es muy importante, debido a que somos una sociedad donde validamos las castas y jerarquías. Los estudiantes descubren así que pueden tener distintas facetas de sí mismos sin perder autenticidad. Sin querer, el profesor educa, comunicacionalmente a los alumnos con su comportamiento corporal y vocal. La impronta que tenga el profe puede ser determinante en el desarrollo de la personalidad de sus estudiantes”.

¿Qué significa para usted trabajar estos temas con profesionales que están a punto de ingresar al campo laboral?

“Mi tesis se llama Variables Críticas del Estatus Corporal. En el fondo, he podido ir desarrollando un método científico, porque es un proceso de investigación más científico que artístico. Aunque pienso que, en general, tenemos muy poca educación acerca de la comunicación que produce el cuerpo, me siento muy útil en algo donde nadie mete la mano. Por ejemplo, hay un fenómeno que se llama ‘golpe de mirada’, que integra y es instintivo, porque cuando te quito la mirada te quito el estatus que tienes para mí; por lo tanto, es importante que cuando un profesor llega a la sala mire, aunque sea por un segundo, a los ojos de sus alumnos. Eso les genera un estatus y así todos los niños se sienten observados. Si en cambio el profesor solo mira a algunos, puede haber otro que se sienta ignorado, y entonces también puede pensar: ¿para qué voy a poner atención? Este ejercicio del ‘golpe de mirada’ tiene un entrenamiento con juegos”.

¿Cómo se destacan en el módulo los valores que entrega la Universidad?

“Principalmente en el buen trato con el otro, y reconocerlo en mi forma de ser. Las relaciones humanas no son unipersonales y el humanismo que se predica en la Universidad tiene que ver con que dejo de mirarme un rato en a mí mismo, para observar un poquito más al prójimo, y en esa reflexión poder igualarme con el otro”.

Diplomado de la Facultad de Filosofía y Humanidades enfoca la inclusión como un derecho

El Diplomado de Inclusión Escolar en Contexto Vulnerable nace de las Experiencias Laborales (ELAB) de la Facultad de Filosofía y Humanidades. Su objetivo es entregar a los docentes que cursan el programa herramientas generadoras de mejores gestiones dentro de los espacios educativos, sobre todo en aquellos donde se perciba una ausencia de derechos en términos de que algunas necesidades especiales como la inmigración o las temáticas de género han sufrido la ausencia de un trabajo más de fondo. Su directora, Danitza Andrade Benavides coordinadora de ELAB de la carrera de Pedagogía en Historia y Ciencias Sociales, comenta la importancia que tiene la incorporación de este diplomado, ya que “está dirigido especialmente a quienes se desempeñan en establecimientos con proyectos educativos destinados a sectores socialmente vulnerados y que trabajan con una población estudiantil heterogénea”.

¿De dónde nace la necesidad de impulsar este diplomado?
“Desde la coordinación de las prácticas tenemos mucho contacto con los colegios. Por lo tanto, a partir de lo que sucede en los establecimientos, junto a la aparición de la ley de inclusión, pudimos observar que existía este tipo de necesidades. Además, dentro de las mallas de pedagogía todavía no se ha insertado completamente una formación inicial docente relacionado a esos temas. Por lo tanto, la idea tuvo más fuerza.

El Diplomado se construyó el año pasado durante el 2017 y su primera generación de estudiantes lo integraron siete mujeres que en enero de 2018 terminaron con satisfacción sus procesos de perfeccionamiento académico.

¿Cuáles son los principales objetivos que busca el Programa?
“Por una parte deseamos mejorar la gestión en un espacio general o en uno particular como las salas de clases. Dentro del diplomado existen cinco módulos. Uno tiene que ver con levantar una propuesta de investigación acción, observando alguna problemática que se genera dentro del colegio. Otro consiste en manejar los conceptos, es decir, cómo se define la vulnerabilidad y, al mismo tiempo, verlo como una concepción social. El significado de vulnerabilidad tiene ciertas raíces. Por ejemplo: ¿cuándo hablamos de vulnerabilidad y, por qué no hablamos de pobreza? La pobreza es otro concepto que se utiliza regularmente o que se utilizaba”. Continúa señalando que, además, se trabaja otro módulo que tiene que ver con las necesidades educativas especiales y, donde se trata de entregar herramientas para que se pueda abordar mejor forma este tema.

Dentro del Programa existe un contenido sobre migraciones, principalmente, desde un enfoque de derechos

Dentro del Programa existe un contenido sobre migraciones, principalmente, desde un enfoque de derechos. En él se plantean interrogantes como: ¿qué pasa con los niños inmigrantes? ¿qué está pasando ellos ahora en las escuelas? y ¿cómo se puede abordar de mejor manera el tema?

Junto a estas inquietudes, surgen otras áreas que también requieren ser atendidas como es el caso de la diversidad de género. Y en este sentido las preguntas van dirigidas a saber: ¿Qué pasa con la desigualdad y qué está pasando con esto al interior de las escuelas? O ¿Cuáles son las directrices del ministerio respecto el tema?

La idea es que desde estos distintos módulos se levante una propuesta de Investigación Acción en relación con algunas de estas temáticas. La Directora del Diplomado señala que, “todos los que trabajamos en la coordinación somos tutoras y tutores, eso significa que al estar relacionados con el estudiante que realiza su práctica profesional sabemos lo que ello significa, porque el estudiante da muestras de lo que está pasando en el colegio y ahí uno va identificando las problemáticas a los que se enfrentan al interior del aula y en los colegios mismos”. Agrega, “nos gustaría que los proyectos de investigación acción se aplicaran dentro de los espacios educativos. Es lo que muchas de nuestras primeras egresadas nos han dicho que harían. Se trata de identificar el problema para luego generar el plan de acción que crearon durante los seis meses del programa. Más adelante queremos ver la posibilidad de comunicarnos con ellas y hacerle un seguimiento al desarrollo de sus trabajos”.

Para finalizar, Danitza concluye que este año el diplomado comenzó sus clases en abril “y esperamos mantener la mirada puesta en la inclusión desde el posicionamiento de derechos. Es fundamental para nosotros que dentro de los espacios educativos se cuestionen las formas en que estamos observando las diferencias, porque lo que comúnmente se llama “diferencia” forma parte de la sociedad que vivimos en estos momentos y muchas veces por esas diferencias se niegan posibilidades de acceder, por ejemplo, en este caso, a los derechos de educación”.