Profesores jefes comparten sus experiencias con estudiantes de quinto año de pedagogía en Lengua Castellana y Comunicación

En el marco de la formación Elab de Pedagogía en Lengua Castellana y Comunicación, se realizó el pasado miércoles 2 de octubre un conversatorio entre profesores en formación y en ejercicio con el fin de conocer y reflexionar sobre su labor. El encuentro estuvo a cargo de los tutores  ELAB, Nerty Candia y Benjamín Silva.

En la actividad participaron tres profesoras jefes que actualmente ejercen en colegios y estudiantes de pedagogía de quinto año de la Universidad Alberto Hurtado (UAH).

Durante la primera parte de esta jornada, las profesionales Valentina Harms, Carla González y Andrea Vargas fueron invitadas a compartir sus experiencias. En especial, ellas destacaron los aspectos más relevantes del hecho de ser profesor o profesora jefe y algunas dificultades que es conveniente tener en cuenta a la hora de asumir esta responsabilidad.

Para Valentina Harms, egresada de la carrera de Pedagogía en Lengua, Castellana y Comunicación de la UAH, la jefatura ha sido todo un desafío, ya que comenzó su carrera ejerciendo esa función en un tercero medio en el colegio Arturo Toro Amor de la Sociedad de Instrucción Primaria, de la red de colegios SIP. Comenta que para ella “salir de la universidad con un montón de ilusiones y de pronto experimentar ese golpe de realidad que es el colegio en sí y al mismo tiempo ser profesora jefe recién titulada, me ha permitido ir construyendo dos identidades al mismo tiempo. Vine a compartir las herramientas con las que salí de esta universidad, las cuales me han hecho mucho sentido y han sido muy útiles para mi desarrollo profesional, y también sobre aquellos descubrimientos que he tenido en el camino, cosas que enseña la vida y que uno tiene que, poco a poco, ir aprendiéndolas».

Por su parte, aporta otra mirada Carla González -quien fue tutora Elab de la carrera- y actualmente es la coordinadora académica del área humanista del colegio Antilhue de la comuna de La Florida, ha ejercido por más de 30 años como profesora y 20 ha sido profesora jefe. Considera que el rol de esta labor debe ser siempre acompañar y comprometerse cien por ciento con los estudiantes. “Yo creo que se tiene asegurado el éxito si se compromete con los alumnos y los apoderados. Una pasa a ser como segunda mamá para los chiquillos. Y a su vez los chiquillos se comprometen también contigo. Mi receta es la cercanía. La gran ventaja de este rol es que se genera una buena relación para todo lo que tú como profesor quieres generar. Con esa cercanía, una está al día, actualizada y nunca dejas de estar joven”.

Otra de las invitadas a compartir su experiencia en esta actividad fue Andrea Vargas, profesora de lenguaje en el Instituto Comercial Alberto Hurtado, de la comuna Pedro Aguirre Cerda. Con 10 años de experiencia, ella define este rol de profesor jefe como un líder. Dice que “no se trata solamente de cumplir con el trabajo; va mucho más allá, ya que en la actualidad nuestros chiquillos carecen de muchas cosas. Es importante ponerse en el lugar de ellos. A veces los estudiantes buscan los espacios que no tienen en sus casas, que no los reten, sino que los aconsejan. Y también significa ser un ejemplo: no voy a llegar tarde, voy a cumplir con las promesas que les haga. Tiene que ver con la responsabilidad que yo tenga con ellos”.

Con posterioridad a la exposición de las maestras, se abordaron algunas tareas propias de la jefatura de un curso, en términos de lo profesional y lo que obliga el oficio, que en ocasiones puede no tenerse tan claro. Ejemplo de esto último es la relevancia de la administración del libro de clases, teniendo en cuenta que es un instrumento público y por ello debe mantenerse al día, escrito con buena letra, aunque actualmente existen colegios donde se hace de manera virtual. No obstante, hay soluciones para posibles errores que se puedan cometer, aclaran las docentes. 

Asimismo, las entrevistas personales con apoderado y alumno son esenciales, señala Andrea, “para conocer a quien se tiene al frente. Pero hay otro elemento que es fundamental y que ha ido desapareciendo: el consejo de curso, que se debe preparar adecuadamente, porque es en ese momento cuando se da la instancia para formar, enseñar a trabajar en equipo y practicar algo que se llama democracia. Igualmente es importante inculcarles responsabilidad en el cumplimiento de sus compromisos”.

Finalmente, los asistentes pudieron hacer algunas preguntas de este tipo: “¿cómo manejan la carga emocional?”, “¿cómo enfrentar la situación de cuando un curso no te quiere como profesor jefe?” y “¿cómo (las expositoras) lograron formar carácter?”, entre otras. 

Cabe señalar que a todas estas inquietudes se respondieron entendiendo, por un lado, que los colegios tienen redes de apoyo y a ellas se pueden derivar ciertos problemas, sobre todo aquellos cuya solución no está en manos del profesor y, por otro lado, que las dificultades deben enfrentarse con responsabilidad, empatía, carácter y liderazgo.

Una opinión compartida por todos los y las presentes fue que la jornada constituyó una instancia enriquecedora y muy importante para que los y las estudiantes que están por egresar, pudieran comprender e ir aproximándose a lo que van a vivir más adelante, más allá de la teoría, una vez terminada la carrera y dentro del campo laboral.