El pasado 25 de junio se realizó la charla “Violencia en la escuela y estrategias de abordaje: no se trata de inventar la rueda, sino hacerla girar». La presentación del tema estuvo a cargo de Manuel Cuevas, psicólogo social, de grupos e instituciones, profesor de psicología educacional de la Universidad Alberto Hurtado. Durante los últimos quince años ha trabajado, especialmente, en la intervención de establecimientos educacionales afectados por problemas de violencia.
Como investigador de psicología social, Manuel Cuevas se ha especializado en convivencia escolar, trabajo docente y acompañamiento de equipos directivos. A partir de esa práctica, se refirió a la importancia de que los formadores cuenten con espacios de reflexión y tengan herramientas para actuar ante los conflictos. Asimismo, invitó a pensar en grupo o en colectivo, “a que los docentes se acerquen a sus colegas, que son los que tienen las mismas experiencias, los que entienden el sufrimiento y la emoción de cuando se logran aprendizajes. Es fundamental reconocer la violencia y luego apelar a herramientas que digan: `vamos a parar, pero vamos a detenernos para pensar’; luego apelar a los comités paritarios, a las comisiones de bienestar y al equipo directivo, con el fin de hacer algo desde la mirada pedagógica”.
Durante su intervención, el experto en violencia escolar se dirigió a los profesores y los llamó a cuidar su vocación, lo que no implica “hacer un apostolado y aguantar normalizando solo porque les dicen que esto es así. Aquí no se necesitan héroes. Hay que recuperar esa capacidad de asombro. También hay que recordar que en el proceso de enseñanza y aprendizaje ambos -profesores y estudiantes- tienen que mostrarse, aunque que la última palabra la tiene el docente, porque es el adulto. Pero tiene que ser un proceso circular y bidireccional, donde además nos interroguemos en el aquí y en el ahora, sobre la cultura, los gustos, las modas, la economía. Y saber decir no tengo idea, ya que hoy en día los estudiantes no esperan que el profesor lo sepa todo, sino que los oriente para saber dónde buscar la información”.
En ese sentido, el psicólogo social habló sobre quienes toman valientes decisiones que muchas ocasiones no están exentas de temores. “Ser valiente sin miedo, porque eso permite pedir ayuda. Es sustancial reconocerse como una generación, como una mirada. Cuando entren a trabajar en colegios van a tener que dar cuenta de todo ese proceso que vivieron como sujetos en la historia; ahora ya son adultos y entrarán en otro rol. Entonces, vale la pena preguntarse por qué quieren volver al espacio escolar, qué quieren recuperar, qué quieren reparar, qué quieren transmitir de nuevo. Y, destaca; me parece que el querer trascender una idea del mundo es algo que debe llenar de orgullo a quien elige esta profesión”.
Una de las asistentes a la charla, Paula Tobar, tutora ELAB de Lenguaje, considera que, si bien es cierto los tutores han tenido herramientas para enfrentar algunas situaciones conflictivas, últimamente han aparecido problemáticas nuevas. “Yo creo que la mayor herramienta que tenemos es la experiencia en el aula, pero esta temática en particular de la violencia nos pilló de sorpresa. Por eso me parece buenísimo que se generen estas instancias de reflexión guiados por un profesional que nos muestre el camino. Creo que eso es lo que más pedimos los profesores y profesoras, que nos muestren una ruta, queremos llegar allá, pero díganos por dónde. Hay que tener en cuenta que muchas veces nuestros chiquillos son un apoyo para los profesores guías, que muchas veces las escuelas no buscan los recursos para generar un impacto, un cambio; entonces son nuestros estudiantes los que orientan a sus profes. Siento que un tema tan trascendental como este tiene que conversarse, para que se genere una reflexión sobre la práctica docente; mirarnos un poquito hacia adentro, ser un poquito más autocríticos y aceptar las críticas”.
Por su parte, Claudia Escobar Bello, quien acaba de asumir como nueva Coordinadora Transversal de Experiencias Laborales, de la Facultad de Filosofía y Humanidades (UAH), cree que este encuentro fue muy significativo, ya que “responde a las demandas levantadas por los propios establecimientos escolares con los que trabajamos que nos explicaron la necesidad de tener un apoyo en términos de comprensión con estrategias de abordaje en el tema de la violencia. Pienso que algunos elementos concretos de la realidad educativa actual podrían ser desmotivadores en el espacio laboral, especialmente para profesores que recién egresan. Sin embargo, con herramientas profesionales adecuadas tales elementos no nos deberían desanimar. Abordar estos temas de manera previa, recogiendo las percepciones frente a esto y hacernos cargo como colectivo docente, facilita la inserción de los estudiantes”.
Cabe señalar que es primera vez que asisten tutores de prácticas a estas jornadas de fortalecimiento docente. “Eso nos habla de una necesidad de nutrición, de querer seguir aprendiendo ante experiencias que no son aisladas. Por lo tanto, también nos abre al desafío de poder incluir de manera institucional y permanente a los tutores en estos procesos, porque finalmente el aprendizaje se replica en sus propios tutorados”, comenta Claudia.
Esta actividad con foco en la violencia escolar impulsó al equipo ELAB a replicar en el corto plazo la experiencia, con charlas y talleres que incluyan a los estudiantes, especialmente de quinto año, para brindarles mecanismos que ayuden abordar el tema de la violencia, con tematización y herramientas que puedan aplicar en sus establecimientos.